En el mundo real en el que nos movemos desde hace mucho tiempo decidimos adoptar una identidad mas allá de la que ya poseíamos en nuestro entorno familiar, aquellas características raciales con las que nos identificábamos dejaron de ser suficientes para negociar fuera de nuestro entorno. Aquella identidad individual nos era necesaria e imprescindible para la identificación fuera del entorno familiar y lo es mucho más importante hoy que ayer. En nuestro entorno real o mundo real no nos es posible cambiar de identidad, de hecho si lo hiciéramos para fines ilícitos tendríamos graves consecuencias jurídicas.
El mundo virtual y las nuevas tecnologías del siglo XXI es una etapa demasiada avanzada para el hombre aun cuando el mismo la creo. Avanzada en el sentido sistemático jurídico “es decir, las tecnologías van mucho mas rápido que las leyes que pudieran regular como todo aspecto en el mundo real. La identidad de cada persona en el mundo real se encuentra definidas por legislaciones modernas para las mismas, pero estamos hablando de la identidad de personas reales en el mundo real; que es lo que sucede con la identidad virtual, esta clase de persona nació con las nuevas tecnologías del siglo XXI, en el mundo virtual no encontramos a personas que nos hablen y podamos sentir su aliento o palpar sus manos a la hora de saludar, mirarlo a los ojos y saber que esta triste o alegre, es casi imposible a no ser por la excepción de una cámara. La identidad virtual es una especie de súper fuerza o don de un héroe de cine, cambiar de personalidad cada vez que lo queramos, ayer fui una mujer, hoy seré un niño de trece años, y siempre seré lo que quiera ser y quizá nunca yo mismo. Del mundo virtual se pueden tener muchas personalidades, nuestra identidad la podemos cambiar en el momento que queramos.
La identidad virtual y sus multipersonalidades adoptan comportamientos reales más a diferencia del mundo real donde se muestra un cuerpo, rasgos, y un nombre que por derecho y obligación corresponde, por herencia familiar o por mandato legal. La identidad virtual es una mascara de la persona real que posee una identidad real en el mundo real, pero que es usada para sus fines, ya sean lícitos o ilícitos.
La identidad virtual en el mundo jurídico no tiene connotación alguna, quizás solo sirva como buzón de correos electrónicos para notificar alguna noticia pero por la cual se perpetran crimines tan comunes en la sociedad que no alcanzan a estar dentro de un marco legal para su regulación.
Ejemplo de la identidad virtual y sus multi personalidades
Julio es una persona de 33 años de edad, padre de dos niños, tiene un trabajo, es un hombre respetado por su familia y amigos, de carácter pasivo, parece un ejemplo a seguir. Pero tiene un ligero resquebrajamiento emocional psicológico , posee una cierta atracción sexual por las niñas de 12 años, por el lugar donde vive hay muchas niñas de esa edad, pero es consiente de su posición social y de las consecuencias legales que podría tener si es que se animase a conquistar alguna niña. Este para perpetrar su delito acude a la identidad virtual, crea una cuenta de correo electrónico con el nombre de niña o niño algo que se asemeje a su fin, y adopta el peculiar estilo comunicativo de esa edad, además tiene experiencia, pues trata con niños de esa edad y sabe perfectamente de su lenguaje comunicativo. Además teniendo la ventaja de su inteligencia por su edad y su experiencia para seducir y engañar a una niña, este logra que la niña pose desnuda para su cámara.
La diferencia que hay en este caso de la identidad virtual y la real es que Julio quizás con su identidad real jamás se hubiera atrevido a seducir a una niña, pero en la real tuvo la osadía, el medio se lo permitió, pues jamás mostro su verdadera identidad.
Si bien es cierto, quien cometió el delito fue su identidad virtual, pero el medio fue la otra identidad virtual, sin ese medio, no podría haber perpetrado el delito.